lunes, 4 de agosto de 2008

UNA OPORTUNIDAD PARA LA MEMORIA


Acerca de la muerte de Aleksandr Solzhenitsin

Hoy, a los 89 años, ha muerto este hombre que fue testigo en persona de los horrores de los campos de concentración de Stalin, en los que "vivían" en condiciones infrahumanas aquellos que habían caído en desgracia para el Partido y quienes se habían tornado en "peligrosos" para los planes del Kremlin. Su experiencia le permitió, años después, dar su testimonio y lo hizo en un texto capital: Archipiélago Gulag, en el que muestra los "métodos" y la eficacia de las purgas masivas, por los años 37/38. Pero la barbárie stalinista, precedida por el "trabajo sucio" de la Revolución que dirigió Lenín, no sería la única del siglo: El Holocausto, Hiroshima, Nagasaki, Argelia, Cambodia, Vietnam, Irak. Un siglo "corto" como lo llamara Hobsbawm, pero largo en horror.
La muerte de Solzhenitsin es una gran y necesaria oportunidad para releer y para encontrarse con los diversos textos que dieron testimonios de la barbarie humana genocida (más allá de los alcances de éste término); como homenaje a él mismo y también, y ésto es lo urgente, como un ejercicio contra el olvido de la memoria histórica. Les dejo aquí, a modo de sugerencia, algunos títulos,
Si ésto es un hombre, La tregua y Los condenados, de Primo Levi; La noche, el alba, el día, de Elie Wiesel; La escritura o la vida, de Jorge Semprún; el Nunca Más (también llamado Informe de la Conadep o Informe Sábato). Y también, claro, les recomiendo del aquí recordado: Archipiélago Gulag y Un día en la vida de Iván Danísevich.

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