jueves, 14 de agosto de 2008

A 30 AÑOS DE LA "CREACIÓN" DEL OLIMPO

PARA DESTRUIR ESTA CASA

Fui detenido en la calle,
puesto en el piso de un auto, adormecido:
sacado de la vida.

Desperté no sé cuándo:
Lamentos
Gritos
Rezos
Maldiciones
Rechinar de dientes.

Desconocía dónde estaba.
Desconocía al resto, quitados del sol como yo.
Desconocía la razón de mi estar ahí y así.

Qué casa era ésa.
Para qué la habían levantado.
Quién aprobó sus planos.

Allí fui torturado con picanas.
Allí me hicieron sesiones de submarino.
Allí agujas en el pecho.

Me arrastré en esa casa.
Lamí su piso:
Su humedad y su frío me enfermaron.

Esa casa se formó un doble en mi alma.
Me habita habriéndome y cerrándome
puertas y ventanas. Me dice: ¡Nunca te dejaré salir!

Supe, mucho después,
que esa casa estaba en una esquina
del barrio de Floresta.

Supe que sólo unos pocos meses funcionó como casa-agujero.
Poco tiempo, pero suficientes para recibir cientos como yo.
Suficiente para morir varias veces y volver a morir.

¡Cómo hago para destruir esta casa,
quitarme su frío y su humedad!

Destruir esta casa y hacer uso de mis propias puertas y ventanas.

¡Todavía estoy en esa casa!

¡Todavía ella me habita!

¡Un involuntario óxido recubre sus llaves!

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