Los recientes escraches a periodistas que trabajan en el Multimedios Clarín son parte del juego de vivir en Democracia: Está garantizado en la Constitución Nacional. También lo están los derechos de asociación. Estos trabajadores de la prensa y de la televisión han optado, y lo hacen cada día, formar parte de la manipulación de la información y de desinformar, también.El Multimedios Clarín cuestiona un Gobierno que resultó del voto popular en Elecciones libres: lo hace en defensa de un gran y multimillonario negocio --que se ve amenzado por la Nueva Ley de Medios-- y lo hace también en nombre de una VERDAD que quiere no salga a la luz. ¿Qué quiere impedir la señora de Noble al estirar por ya más de diez años el conocimiento de la IDENTIDAD de los jóvenes Marcela y Felipe, que sabemos no son sus hijos? ¿Qué oculta? ¿Ignora, acaso, que la sociedad no traga vidrios y es muy otra y tan distinta a la de los lejanos setentas, cuando ella no leía las noticias ni procesaba la información como lo hace hoy?
Estos periodistas escrachados tienen la libertad de trabajar en una gran empresa de medios que cuestiona la legitimidad de un Gobierno democrático y se opone a que la Justicia independiente actúe según el Derecho de nuestro país.
Los ciudadanos adultos que los escracharon también tienen el derecho de expresarse, y de hacerlo en forma ordenada y pacífica.
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