Le pregunto a usted, Sr. Mc Cain;
a usted que es, y que será, la continuación
de la política exterior carroñera de
G.W. "Cuervo" Bush.
Le pregunto a usted, que simulará recurrir
a las Naciones Unidas, para luego no atender
sus Resoluciones y decidirá invadir todo país
bajo el remanido "nido y amenaza de terroristas",
cuando lo hará, en realidad, sólo para defender
los "intereses americanos" como coartada
para quedarse con fuentes nativas de petroleo; además,
entre otros etcéteras, para seguir empujando la rueda
trillonaria del armamentismo.
Le pregunto a usted, Sr. Mc Cain,
a usted, que seguramente seguirá apoyando
al peor Israel: el que desde hace muchos años
destrata a la pequeña Palestina hasta, incluso,
no considerarle ni sus necesidades más básicas
para su diaria subsistencia.
La pesadilla continúa y ante mi veo
pasar las imágenes de
Afghanistán,
Irak,
Guantánamo,
Abu Ghraib: Países violentados en su soberanías;
personas quebradas en su dignidad: tan incisivamente
descriptas por Susan Sontag y tan sugerentemente
retratadas por Fernando Botero.
Le pregunto a usted, Sr. Mc Cain: ¿por qué no le creo?
Le pregunto a usted Sra. Palin.
Usted que es antiabortista, aún en casos de violación e incesto;
usted que es una entusiasta militante y socia de la
Asociación Nacional del Rifle;
usted que defiende la continua explotación petrolera
y que no cree que el Hombre es el responsable
de la degradación del medio ambiente ecológico;
usted que sostiene que la educación religiosa
debe ser obligatoria en las escuelas públicas;
le pregunto a usted que tiene un marido
que fue preso por conducir en estado de ebriedad,
que tiene su hija soltera que está embarazada;
a usted que fue investigada por abuso
de autoridad pública.
Le pregunto a usted, Sra. Palin: ¿Por qué no le creo?
Les pregunto a los dos: ¿Por qué no les creo?
a usted que es, y que será, la continuación
de la política exterior carroñera de
G.W. "Cuervo" Bush.
Le pregunto a usted, que simulará recurrir
a las Naciones Unidas, para luego no atender
sus Resoluciones y decidirá invadir todo país
bajo el remanido "nido y amenaza de terroristas",
cuando lo hará, en realidad, sólo para defender
los "intereses americanos" como coartada
para quedarse con fuentes nativas de petroleo; además,
entre otros etcéteras, para seguir empujando la rueda
trillonaria del armamentismo.
Le pregunto a usted, Sr. Mc Cain,
a usted, que seguramente seguirá apoyando
al peor Israel: el que desde hace muchos años
destrata a la pequeña Palestina hasta, incluso,
no considerarle ni sus necesidades más básicas
para su diaria subsistencia.
La pesadilla continúa y ante mi veo
pasar las imágenes de
Afghanistán,
Irak,
Guantánamo,
Abu Ghraib: Países violentados en su soberanías;
personas quebradas en su dignidad: tan incisivamente
descriptas por Susan Sontag y tan sugerentemente
retratadas por Fernando Botero.
Le pregunto a usted, Sr. Mc Cain: ¿por qué no le creo?
Le pregunto a usted Sra. Palin.
Usted que es antiabortista, aún en casos de violación e incesto;
usted que es una entusiasta militante y socia de la
Asociación Nacional del Rifle;
usted que defiende la continua explotación petrolera
y que no cree que el Hombre es el responsable
de la degradación del medio ambiente ecológico;
usted que sostiene que la educación religiosa
debe ser obligatoria en las escuelas públicas;
le pregunto a usted que tiene un marido
que fue preso por conducir en estado de ebriedad,
que tiene su hija soltera que está embarazada;
a usted que fue investigada por abuso
de autoridad pública.
Le pregunto a usted, Sra. Palin: ¿Por qué no le creo?
Les pregunto a los dos: ¿Por qué no les creo?
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