miércoles, 14 de julio de 2010

CON ESTAS PALABRAS TE MATARÉ. Ustedes, ¡NO!

Ustedes, ¡NO!

Ustedes:

sudacas,
yankis,
gringos

rojos,
judíos,
turkos

chinos,
koreanos,
ponjas

católicos, protestantes, musulmanes

negros,
amarillos,
blanquitos

bolitas,
paraguas,
perucas,
shilenos,
gallegos

cabecitas,
villeros,
piqueteros

peronachos, radichetas, comunistas

sidosos,
obesos,
adictos

enano, bizcocho, mogólico

marica, putazo, tragasable

renguito,
pelado,
cieguito

gorda, chismosa, trola

histérica, perra, prosti, trava

loco, tarado, esquizofrénico

niños bien,
chetos caretas,
pibes chorros

Ustedes, ¡NO!

¿Yo? Yo, tampoco.

Me llamo Rafael Sturla
tengo 47 años,
no tengo familia,
no tengo mujer ni hijos,
no tengo novia, amigovia, ni amante,
me gustan las mujeres y nunca pagué por sexo

Soy heterosexual
y apoyo iguales derechos civiles para todos.

No tengo casa propia,
no tengo ningún título profesional,
no tengo auto, ni moto, ni cuenta bancaria

Sólo tengo más de tres mil libros en mi biblioteca,
cientos de poemas de mi autoría,
una docena de relatos propios,
dos novelas terminadas, corregidas, e inéditas,
una variada, rica, y criteriosa, hemeroteca,
varias docenas de cd de la mejor música, compañera.

A mí, ¿cómo me llamarán?

Cómo:

¿Bicho raro,
pajerito,
guacho,
perdedor,
inadaptado,
mediocre,
inútil,
don Nadie?

¡Nuestras palabras matan/
crean desigualdad/
hacen más feo el mundo!

¿Hasta cuándo seremos homicidas apelativos?

¿Hasta cuándo?

Las palabras que no no matan, no nos hacen más fuertes:
pueden dejarnos más débiles y encerrarnos aún más.

La pregunta sigue siendo la misma: ¿HASTA CUÁNDO?

No hay comentarios: