Golpe militar en Honduras: un golpe a las Democracias de América Latina.

Cuando el 28 de junio pasado nos enteramos de la destitución, por parte de los militares, del Presidente cnstitucional de Honduras, Manuel Zelaya, nos pareció volver a las décadas de los 70 y 80 en las que los derrocamientos de gobiernos elegido por el voto de los pueblos eran cosa común. Pero los tiempos han cambiado y rápidamente algunos mandatarios del Continente mostraron sus reflejos y condenaron el golpe cívico-militar: la reprobación y el desconocimiento para el gobierno de facto, presidido por Roberto Micheletti, llegó muy pronto. Apenas días después un grupo de Presidentes viajó a Centroamérica para acompañar a Zelaya y sumar fuerzas a las gestiones de la OEA en la persona de su Presidente, Inzulsa. Las ddiferentes diplomacias entraron en juego para tratar de restituir a su cargo a Zelaya; mientras el gobierno de facto reprimía al pueblo hondureño. Zelaya quiso regresar a su país y lo intentó pero los usurpadores del poder se lo impidieron. Las tratativas continúan y los responsables y los ejecutores del derrocamiento saben que estan, y estarán, solos. ¿Cuánto puede sobrevivir un gobierno golpista aislado del resto de las naciones que lo condenan?

ALGUNAS PREGUNTAS
¿Por qué el gobierno de Obama no persisitió en la condena a los militares hondureños y a las élites que atentaron contra la Democracia?
¿Por qué el presidente brasileño, Lula Da Silva, no acompañó a sus colegas latinoamericanos para apoyar a Zelaya?

EN NUESTRO PAÍS
Infaltables y oportunistas se levantaron algunas voces cirticando la decisión de la Presidenta Cristina de viajar a Washington y luego a El Salvador --la idea primera era viajar con el Presidente Zelaya de regreso a Tegucigalpa--: ¿ignoran estas voces que no se puede estar ajeno ni se puede dejar de lado tamaño tema ya que se atenta contra la Democracia en el Continente? Estos golpistas deben saber que los tiempos han cambiado y que los pueblos han asumido a la Democracia como su estilo de vida, aún cuando ésta tiene imperfecciones. Estos aventureros (¿sólo les interesa cuidar sus negocios; tuvieron apoyos de algún general nostálgico del Pentágono; fue un laboratorio para ver qué tipo de reacción tenían los hondureños?) deben saber que están solos y que no tienen margen para instalarse cómodamente en el poder.

NUESTRA PRESIDENTA ENTIENDE MUY BIEN QUE CUALQUIER GOLPE A LA DEMOCRACIA, EN CUALQUIER NACIÓN DE NUESTRO CONTINENTE ES UN GOLPE QUE AFECTA A TODOS Y QUE INTENTA SOCAVAR SU FUERZA.

¿ACASO SE PUEDE OLVIDAR EL COSTO EN VIDA Y EL RETRASO ECONÓMICO, SOCIAL, Y CULTURAL, QUE SIGNIFICÓ CADA NACIÓN JAQUEADA POR LOS MILITARES EN AQUELLOS AÑOS FUNESTOS?

HONDURAS SOMOS TODOS Y ESTO NO ES UN CLICHÉ: CADA FUERZA MILITAR DE CUALQUIER NACION DEL CONTINENTE DEBE TENER EN CLARO QUE EL ESTILO DE GOBIERNO QUE HAN ELEGIDO LOS PUEBLOS LATINOAMERICANOS ES LA DEMOCRACIA.